El amor rompe fronteras y traspasa todas las barreras, pero como bien sabemos, no se pueden estar en dos lugares distintos al mismo tiempo y es posible, que en un futuro matrimonio uno de los dos contraiga su boda en tierras que nos son la suya.
Ante esto, y puesto que uno siempre habrá tenido que ceder en cuanto al lugar de la celebración, la mejor manera de que todos se sientan felices y contentos es plasmar ‘’las raíces’’ del otro en algún que otro detalle de la boda. De esta manera, puede ser una forma de hacerle sentir como en casa. Pero, ¿cómo hacerlo?
- En la decoración. Una de las maneras más eficaces de plasmar la cultura y el ambiente de una región es a través de los elementos decorativos. Por ejemplo, en las telas utilizadas para las cortinas y mantelería, en los centros de mesa, utilizando instrumentos o utensilios típicos de la zona o incluso, en las flores y plantas utilizadas.
- En el menú. No hay forma posible donde mejor se represente a una región o localidad que en la gastronomía. Una forma perfecta de plasmar la tierra de donde uno viene es a través de los platos típicos de su pueblo, ciudad o comunidad autónoma. ¡Seguro que los invitados aprenden!
- En los regalos. ¿Por qué no regalar a los invitados un detalle que simbolice las costumbres del novio o de la novia? Puede ser curioso e interesante obsequiar a los asistentes con un artilugio característico del lugar donde nacieron.
- En la música. Como con la gastronomía, la música supone un elemento identificatorio por excelencia de una cultura. Así, la música de la ceremonia puede convertirse en un himno de la región o incluso, la play list de la barra libre.
¿Qué os parece? Si alguno de los dos no jugáis en casa, en Quinta Lacy pondremos todo de nuestra parte para que la provincia de Alicante os acoja con el mayor cariño y calor del mundo.
